domingo, 31 de mayo de 2009

"Se que te llamas jose" por Gino Salinas

OT 2009 y su gran Hit!!
(Aguante la pandereta)

Gente como estan? a que les dejo para todos los cholulos que miran OT, la gran cancion que canto Gino Salinas.. ese cantante internaiconal que supo engañar a los chicos en la academia jaja .. Asi que les dejo la letra para que se la aparendan y la canten en la ducha.. o donde mas les guste..


Se que te amaría,
se, toda mi vida,
se, que te daria sin pausa y profundo
solo más del mundo.

Se, que somos corazones
se, que somos ilusiones
se, que somos el deseo
se que yo por ti me muero.

Se que adiviné,
que te ilusioné, se
que te censuré,
Seeee... que te llamás José,
que te llamás José,
que te llamás José.

Se, de brujerias
se, es compañia,
se que estamos tan contentos
y yo lo comprendo, estás contento.

Se que adiviné,
que te ilusioné,
que me queres,
Seeee... que te llamás José,
que te llamás José,
que te llamás José.

Se que adiviné,
que te censuré,
se que te busqué,
Seeee... que te llamás José,
que te llamás José,
que te llamás José.


Aca tienen el video para que hagan palmas!!! jaja ...



link para descargar el Mp3 asi lo pueden poner de rigton en el cel, y la gente cante en el bondi cuando te llegue algun mensaje : http://www.megaupload.com/?d=8NBGAPXK

sábado, 23 de mayo de 2009

DIA DEL ORGULLO FRIKI



¡Que la fuerza esté con ellos!

Hace poco tiempo, en una galaxia muy, muy cercana... Cansados de las burlas y las palizas, los frikis se unen en todo el mundo para celebrar su fanatismo.

Pasé al Lado Oscuro y lo único que me traje fue esta remera fea": la leyenda en una camiseta resume la ambición y la frustración de ser friki. El podrá convertir un tubo de neón en un sable láser, llegar a su trabajo con los dedos pegados al saludo de un voluntarioso "larga vida y prosperidad", o empeñarse en imitar el gorjeo de Darth Vader, insensible ante la inquietud materna ("¿el nene tiene asma?"). Y este 25 de mayo, cuando los escolares argentinos se pinchen las escarapelas y se pinten las caras para vender mazamorra caliente, festejará en todo el mundo: el Día del Orgullo Friki.

¿Qué es ser friki? Deformación de freak (no por nada, en inglés: "fenómeno" o "monstruo"), una fuerza juvenil que reúne adeptos, defiende su derecho in-alien-able (je) a consumir cultura trash y se multiplica como mercado. "Es una nueva elite, una comunidad de inadaptados sociales y amantes de la cultura pop", resume Jon Katz, periodista de la revista-biblia tecno Wired y autor del libro Geeks. ¿De qué planeta es Jabba the Hutt? ¿Cuántas generaciones hubo en Robotech? ¿Cómo se dice en klingon "morirás siendo virgen"? El friki lo sabe. Y si Bill Gates, acaso el más geek de la historia moderna, ofreció una promesa de millonario para el que se la pasa pegado a la computadora, el protagónico del gran Jorge García (Hurley) en Lost ofrece otra ilusión: "Uno de nosotros que llegó". Capaz de gastar el sueldo en juguetes (a los que jamás sacará de la caja: ¡sacrilegio!), el friki combina saber enciclopédico, voluntad archivística y angurria material. O, como dice el ensayista español Eloy Fernández Porta, autor del libro Homo Sampler: "El coleccionista de muñecos e íconos, llámese fanboy, friki o como se quiera, ha construido una cultura a partir de desechos y restos encontrados que son valiosos para él pero no para la mayoría".

Una cultura trash empareja las frases del Sr. Spock con las máximas de Homero (el poeta griego, no Simpson). "En Japón, el animé es como las películas en Estados Unidos o las telenovelas en México: una expresión cultural que abarca todos los géneros, para menores o para adultos. Por eso, los que nos acusan de infantiles podrían estar equivocados", distingue Patricia Olmedo (23), que tuvo su epifanía como niña teleadicta aquel día en que descubrió Los Caballeros del Zodíaco y se quedó hipnotizada ante el aparato: "Era antisocial, casi nerd". El friki es acosado desde la época en que al matón no se le decía "bully", reclamando su derecho "a quedarse en casa, el sobrepeso y la miopía". Y como toda minoría, festeja su Día del Orgullo como un conjuro contra las palizas. "A vos te gustan los bichos raros", le dijeron toda la vida a Erica Ludueña (21), japonófila y fanática de Sakura y Sailor Moon; hoy, ella atiende una comiquería y se pasa el día rodeada de otros raros. "Somos muy reservados para protegernos de la discriminación", reconoce Patricia y, después de haber convertido las convenciones de fanáticos en un filón lucrativo para actores que se están por ir de gira, ellos se sienten en su propia galaxia: "Ahí conseguimos hacer amigos en horas".

Si un Manifiesto para el friki defiende el derecho a tener pocas relaciones sociales o ninguna, el instinto asociativo los llevará a reunirse en la comiquería Camelot (Corrientes 1388, la Catedral del fanboy o la perdición para cualquier suelto de billetera) o en el festival de historietas Viñetas sueltas, que empieza el lunes (ver página 8). Con el hábito de salir a la calle vestido como un guerrero Jedi, más de uno con evidentes desórdenes de sobrepeso o acné, el friki siempre fue rechazado como objeto de deseo. Sin embargo, por poder de consumo o saber enciclopédico en la era Wikipedia, se convirtió en alguien respetado y eso pasó hace poco tiempo, en una galaxia muy muy cercana.

"El principio de nuestra Edad de Oro coincide con el estreno de Episodio I, de Star Wars, en 1999, y su promoción en Internet", explica el español Señor Buebo, autor del Manifiesto Friki. Parafraseando la retórica grandilocuente de George Lucas, Buebo dice: "Son buenos tiempos para los frikis. Aunque la sociedad les trata aún como marginados, consiguen lo que quieren gracias a Internet y las tiendas especializadas". Es que la Web, con esos cerebritos como Mark Zuckerberg (Facebook) o los pibes de Taringa, impuso una nueva aristocracia juvenil basada más en el intelecto sedentario que en la proeza atlética. "En las noticias sólo hablaban de los frikis cuando iban disfrazados a los salones del cómic o para decir que un crimen está relacionado con los juegos de rol", concluye Buebo.

En la víspera de aquel estreno de Episodio I se ubica la acción de Fanboys, una comedia yanqui que ilustra sobre un rito iniciático. Pero así como en la película el último americano virgen se lamenta de ser "kriptonita para las mujeres" aun en sus veintitantos, el friki promedio podrá verse a sí mismo como protagonista de Virgen a los 40: con una habitación repleta de juguetes y en la que se habrán pasado muchas navidades pero ni una noche buena. "¡Yo prefiero tener todos esos muñequitos!", asume Lucas Pennesi (20) y, después: el agrande inesperado. "Es raro ver a algún otaku como yo que siga siendo virgen porque vivimos una sexualidad más libre, sin prejuicios". Ejem. Ezequiel Frago (19), que se presenta como propietario de 540 mangas y 70 gigas de animé, amplía: "Es que 'otaku' define al obsesivo por cualquier cosa.".

Tanta obsesión, ¿vuelve al friki un tipo irreflexivo, sin el menor espíritu crítico, adorador de todo muñecote (y esto incluye a Jar Jar Binks)? "La menor distancia entre el sujeto-como-devorador y el objeto-devorado la encarna la figura del fan que, al menos desde los Beatles, es el verdadero feligrés del pop: sistemático, pasional, archivista y cursado". El fanatismo define lealtades tan profundas como las que no provoca ninguna idea de nación más que la Federación galáctica. Y que la fuerza esté con ellos porque, como dice Lucas, las luchas pueden ser eternas entre los barras bravas de Star Trek y de Star Wars: "He visto a gente grande cagarse a trompadas y gritar: "¡No te metas con Chewbacca!".


Por: Nicolás Artusi en S!, clarin.